Publicat a El Club Express
23/05/2013 |
Música, Barcelona, L’Auditori
La cantante Noa no sólo interpretó los temas que le han asegurado la
admiración y el cariño del público, sino que también presentó un proyecto de canciones
napolitanas de su disco ‘Noapoles’ junto a Gil Dor, Zohar Fresco y el Solis
Strig Quartet.
Noapoles es un proyecto de
canciones napolitanas que, la cantante, ha ido forjando a lo largo de sus
estancias en tierras italianas. Y en su voluntad de fomentar el diálogo en
todas las lengua posibles, Noa interpretó las canciones de este álbum en el
original dialecto napolitano.
La cantante
apareció en el escenario como si de una ninfa se tratase, con una gran sonrisa,
que no dejó en toda la sesión, y con los pies descalzos. Quizás la ausencia de
calzado era un símbolo de la necesidad de estar en contacto con la tierra,
quizás es que desde los dedos de sus pies podía apreciar con más intensidad las
vibraciones y la calidez del público o quizás, simplemente, a ella le resultase
más cómodo percibir el suelo directamente bajo las plantas de los pies y quería
sentirse como en casa... En cualquier caso, la familiaridad y la complicidad
que la cantante transmitió sí que propició que el público se sintiese como en el
salón de su casa, acompañados, eso sí, por unos cuantos amigos.
Fue un
evento mágico, donde no faltaron las sorpresas. Ya, al principio de la noche,
la cantante, en un perfecto catalán, se metió al público en el bolsillo bromeando
y agradeciéndoles la asistencia a su concierto a pesar de que la oferta del cartel
del Festival Primavera Sound era muy tentadora. A continuación, la versátil
intérprete no sólo fue encadenando las canciones de su proyecto más italiano,
sino que recuperó joyas, como Beautiful
that way, canción estrella de la galardonada película de Roberto Begnini La vida es bella, que cantó con la letra traducida al catalán por
su amigo, el actor y director, Joan Ollé. La solista intercalaba los idiomas al
igual que los registros musicales… una canción tradicional italiana, un poco de
jazz, incluso algo de lírico al estilo de La
flauta mágica de Mozart. Pero todavía quedaba alguna sorpresa. Como una
niña que acababa de cometer una travesura, cuando el concierto estaba tocando a
su fin, Noa quiso presentar a un ‘amigo muy especial’ de Barcelona. En ese
momento, el músico y cantautor Joan Manuel Serrat subía al escenario. Deliciosos,
fueron los acordes que ambos intérpretes compartieron con el entregado público.
Sensualidad
y fusión cultural son conceptos que muy posiblemente encontraremos en todos los
conciertos de la cantante israelí. Y el concierto que presentó en L’Auditori de
Barcelona en ningún caso fue una excepción.