Publicado en El club Express
22 / 11 / 2013 | Artes
Escénicas, Barcelona, Almería Teatro
1984. Entramos en un viaje en el tiempo. Una pieza del pasado
nos muestra un presente similar y nos
predispone hacia un futuro estremecedor…
George Orwell (1903-1950)
publicó 1984 en el año 1949 con el
objetivo de poner de manifiesto las barbaridades de las sociedades totalitarias
y represoras. Lamentablemente, después de medio siglo, las palabras de Orwell
siguen perpetuándose en nuestra actualidad.
El año 2006
Michael Gene Sullivan escribió la adaptación teatral de la obra de Orwell y
decidió traducirla y adaptarla al catalán con el apoyo del escritor Lluís-Anton
Baulenas. Gataro es el colectivo que el
18 de diciembre de 2013 la estrenó en el Almeria Teatro.
La versión teatral
de esta pieza distópica recoge los momentos en que miembros del régimen torturan
a Winston Smith. Los órganos del Partido Único lo han descubierto como
colaborador de la resistencia junto a Julia, su amante. Winston y Julia sólo
buscaban momentos de intimidad y breves espacios de independencia, de amor, de
pensamientos libres, de instantes huidizos donde no sintieran el pesado yugo de
un ideal único y todopoderoso. Algo que la omnipresencia del Gran Hermano y su
sistema de Ministerios y de policía del pensamiento prohíbe bajo grave castigo.
El tormento infringido no busca la muerte del sujeto. La dominación mental y
subyugación de la persona es la recompensa del partido. Suprimida la dignidad,
aparece la alienación del individuo.
Gataro presenta un
espectáculo austero en escenografía, libre de las “telepantallas” que imperan a
lo largo de todo el texto de Orwell, pero colmado de mensajes y de buenas actuaciones.
Gataro ofrece un trabajo de interpretación teatral que atrapa a medida que
pasan los minutos. De principio a fin, la mente del espectador conocedor de la
lectura de 1984, viaja entre
literatura y acción teatral. Es inevitable recuperar momentos de memoria
lectora y avanzar con los intérpretes en el hilo argumental.
Andreu Rifé es el
Winston Smith que intenta mantenerse firme en sus convicciones ante un
impasible e inflexible Carles Canut, un lobo con piel de cordero, mientras
cuatro miembros del partido repasan los momentos de “traición” del resistente Smith.
Lluís Canet, Savina Figueras, Tono Saló y Frank Capdet son las marionetas del
régimen, los oscuros representantes de la represión que se desdoblan con gran
acierto para hacernos recuperar las imágenes evocadoras del libro.
Si bien, es
ineludible para los lectores de Orwell rememorar la tan aclamada novela, no es
necesario para los no lectores el conocer el texto para poder disfrutar de un
buen producto teatral. 1984 estremece
con diálogos sobrecogedores que nos emplazan a la actualidad más turbadora, a
una violencia sin necesidad de sangre, a un pensamiento único, a una ausencia
de libertad.
Un gran reto y un excelente
trabajo. Lástima que la ciencia ficción a menudo se convierta en realidad. Y
aunque el teatro hace visible lo que no es, está en nuestras manos que sólo sea
‘ficción’…
Texto:
Ester Bueno (@Ester335)