Em descobreixo sensible, però sóc trapella i molt, molt inquieta.

També sóc creativa, generosa i divertida... vaja... i que no ho som tots? Això sí, diuen de mi que sóc tossuda, però jo prefereixo dir-ne tenaç. Sóc aquella, la que seu a la tercera fila, la del barret al cap i les plomes al voltant del coll...






domingo, 9 de agosto de 2015

SEXO, TORTURAS Y SAQUEOS EMOCIONALES



 Publicado en El Club Express

Julio 2015  |  Festival Grec, Artes Escénicas, Barcelona
Sexo, tormentos y rupturas han sido las últimas propuestas del Festival Grec que hemos visionado. Un fin de semana repleto de pulsiones que nos han cautivado, emocionado y movilizado.
Els mots i la cosa (Los vocablos y la cosa) de Jean-Claude Carrière ha sido la primera parada. La pequeña sala del Espai Lliure en el Teatre Lliure nunca deja de sorprendernos con propuestas gratamente placenteras…y en este caso, placer es el término adecuado para un espectáculo, donde la palabra y el sexo van discretamente acoplados por la conversación epistolar entre una actriz dobladora de films pornográficos y un experto filólogo, del cual requiere su sabiduría para dar variaciones a la nomenclatura en sus doblajes.
Pep Anton Gómez firma la dirección de esta obra de artistas artesanos, de pequeño formato, pero de gran saber, protagonizada por Elena García y Ricard Borrás que esperamos ver en la cartelera barcelonesa en la próxima temporada. Si brillante es la interpretación, soberbia y divertida es la traducción y adaptación del texto que el mismo Borrás ha realizado. Un increíble tsunami de expresiones y locuciones recopiladas de Baudelaire, del Rector de Vallfogona, de cultismos y de vulgarismos son dispuestas para provocar el goce y el deleite a humanistas, amantes del buen teatro y lingüistas…de todas las posturas y posiciones. En definitiva, un enorme ejercicio de teatro para los intérpretes que estimula la, sin duda, exuberante y potente imaginación del público. Aunque de hecho, el tamaño aquí, es lo que menos importa.
Diametralmente opuesto a Els mots i la cosa es Ninet’Inferno, un espectáculo en francés con un gran despliegue técnico y humano que ha sido presentado en el Teatre Lliure como función única. Una propuesta arriesgada que parte de los Sonetos de Shakespeare para indagar en la sensación de fracaso que siente un hombre maduro ante la visión de la juventud. El lado oscuro del paso del tiempo, de los naufragios amorosos, de la desilusión y la amargura.
Pascal Greggory es el actor que encarna el personaje lacrado, ajado, frustrado, arruinado emocionalmente, mientras Mathurin Bolze hace acrobacias, piruetas y saltos con una juventud descarada, arrogante y altiva. Compartiendo el escenario se encontraba también la OBC (Orquesta Sinfónica de Barcelona y Nacional de Cataluña) que, con gran acierto y aprobando con nota alta, sumaba su interpretación musical con acordes lejos de la comodidad melodiosa que los enmarca dentro de las paredes de L’Auditori de Barcelona. A pesar de que faltaba Shakespeare, Greggory sabe decir el texto, de hecho cualquier texto, y ese savoir faire junto a imágenes técnicamente impactantes ha arrancado una amplia ovación final por parte del público asistente.
En el Teatre lliure de Gràcia hemos visto La clausura del amor, un combate brutal cuerpo a cuerpo, frase a frase, donde el principio del desamor acaba con el entendimiento de una pareja.
Pascal Rambert es el autor y director de un texto que tiene por objetivo torturar, afligir dolor en el corazón de los personajes. Israel Elejalde y Bárbara Lennie son los sufridos intérpretes y dolidos personajes que, en el devenir de la situación se convierten en depredadores, en lobos, en perfectos discípulos de Hobbes, obsequiándose con profundas dentelladas que cercenan la carne viva para convertirla en despojo emocional.
Un duelo interpretativo, terapéutico para algunos, acaso dañino y devastador para otros en un escenario ausente de escenografía y ausente de focos. Tan solo un cuadrilátero blanco en el suelo, con luces blancas fluorescentes en el techo marcaba el espacio beligerante, el área del desvalijamiento emocional. Un trabajo altamente energético que ha dejado exhaustos a la entregada pareja de actores.
Este fin de semana hemos asistido a tres espectáculos donde el texto asume el peso de la obra, donde las frases, los términos, los vocablos, las palabras y las expresiones se apoderan de un enunciado que va más allá de ellos mismos para otorgárselo al lenguaje del arte… del arte escénico.
Texto: Ester Bueno (@Ester335)

¡QUE LEVANTE LA MANO QUIEN NECESITE AMOR! ¡EL DEL FESTIVAL GREC, CLARO!



 Publicado en El club Express

Julio 2015  |  Festival Grec, Artes Escénicas, Barcelona
Amor&Shakespeare. Con este montaje, en el mismísimo Teatre Grec, el Festival ha apostado por aliar placeres. Shakesperare es un valor seguro y el amor…¡ay, el amor! ¡Y en verano! ¿Quién no quisiera estar enamorado en esta época del año? ¿Quién no quisiera sentir cómo la sangre se acelera? ¿Cómo el dolor llega a ser punzante, pero a la vez atrayente? ¿Cómo falta el aliento cuando notas que se te acerca la persona amada? En fin, tantos y tantos tópicos, que a lo largo de los años, de las décadas, de los siglos, el amor no puede más que presentarse de la misma manera, con palabras tiernas y dulces acciones. Y cuando, además, lo muestras en su pulsión más física, el sexo, y lo aderezas con la pasión, te aseguras una velada agradable, un divertimento que sólo el dramaturgo isabelino, con su poesía, es capaz de transmitir.
Guillem-Jordi Graells ha realizado un ejercicio de estilo literario donde recrea la obra del autor británico o lo que diría el crítico y retórico que vivió por el año 60 aC, Dionisio de Halicarnaso, ha elaborado una obra bajo el concepto greco-romano de la imitatio, es decir, un texto emulando y adaptando el modo y la forma del literato homenajeado. Así, el autor catalán ha confeccionado una pieza como si fuese un cóctel de amor, seleccionando algunas de las comedias más tempranas de Shakespeare: Los dos hidalgos de Verona, Trabajos de amor perdidos y Mucho ruido y pocas nueces, y lo ha puesto en boca de grandes intérpretes como Ariadna Gil, Sílvia Bel, Àlex Casanovas y Jordi Boixaderas, entre otros. Aunque es de justicia destacar a la polifacética Laura Aubert, una actriz que se revela como valor añadido –y aumentado- al elenco de actores.
Josep Maria Mestres firma la dirección de Amor&Shakespeare, un espectáculo que nos recuerda que, en realidad, el amor es lo que puede cambiar el mundo.
Y del autor británico y el amor universal, pasamos a una comedia más gamberra, Bluf (Premio Quim Masó 2014), el quinto montaje de La Calórica, una compañía que pisa fuerte en el escenario barcelonés y que, como el 2013 con La nau dels bojos (Premio Adrià Gual 2012) repite en la Sala Pina Bausch del Mercat de les Flors.
Bluf son historias entrecruzadas de personajes que deciden cambiar de vida, de personas que buscan la felicidad. Entre música y palabras, el espectáculo, acoge como referente el mundo de la novela gráfica norteamericana contemporánea y muestra estilos diferentes para las diferentes historias. El bagaje de La Calórica es innegable y, en todos sus trabajos, muestran la frescura y la complicidad hacia los momentos que viven, como se demuestra en su último montaje Sobre el fenómeno de los trabajos de mierda.
Bluf, a pesar de tener un ritmo irregular muestra momentos hilarantes y, sin lugar a dudas, tiene el sello de La Calórica, una compañía que va cosechando premios con todos sus montajes.
Texto: Ester Bueno (@Ester335)

SOMBRILLA Y BAÑADOR PREPARADOS QUE NOS VAMOS AL FESTIVAL GREC



 Publicado en El Club Express

 Julio 2015  |  Festival Grec, Artes Escénicas, Barcelona



Mientras Barcelona es azotada con una intensa ola de calor, el Festival Grec, como si de un súper héroe se tratase –con la asistencia de la recién estrenada alcaldesa de la ciudad condal-, ha plantado cara a los termómetros más osados que intentaban arrastrar al personal hacia las terrazas de los bares. Y no para leer y comentar el programa de espectáculos, si no para sucumbir en el consumo del néctar de los dioses, que en este caso es un trago de cualquier bebida bien fría.




Sin embargo, y a pesar de los récords de temperatura estival (insisto, ¡Barcelona es como un plato de sopa de los de Mafalda!), el día 1 de julio, en el Teatro Grec, la compañía de danza La Veronal inauguró el Festival Grec 2015. El imaginario de este colectivo artístico procedente de la danza, la fotografía, la literatura y el cine les ha llevado a realizar un viaje en la búsqueda del mal. ¿Dónde se encuentra? ¿Qué es? ¿Qué formas toma?




En las profundidades de Voronia, en una cueva recóndita, subterránea y oscura del Cáucaso occidental se descubre el nacimiento del mal. Crece, casi como un inocente, y junto a dos canes, cual perro Cerbero custodiando la puerta del Hades, guarda el acceso al conocimiento de los círculos de Dante.




En este espectáculo, coproducido por París, Berlín y Barcelona, los bailarines se enredan entre sus cuerpos para ofrecer imágenes hipnóticas. Sonidos y movimientos se conjugan en diálogos para transmitir emociones, algo que recuerda la danza teatro de la desaparecida Pina Bausch. A pesar de que entre el público algunas opiniones se desmarcaban apuntando que, quizás, éste no era el mejor espectáculo de la compañía, lo que sí resulta innegable es el virtuosismo que desprende La Veronal. Sus coreografías fluyen dejándonos representaciones casi pictóricas con detalles plásticos cinematográficamente estudiados y escenografías sobresalientes bien contrastadas. Lástima que tal magna propuesta sólo haya sido representada dos días y resulte de difícil programación  –había momentos con 18 personas en escena. Quizás para verla de nuevo, debamos ir a Berlín o París… a no ser, claro, que se materialice pronto la prometida rebaja del iva cultural.




Después de la particular entrada al averno de La Veronal, en el Teatre Lliure,  la compañía T de Teatre nos invitaba a asistir a unas sesiones de práctica actoral. Premis i càstigs (Premios y castigos), es un ejercicio de metateatro con grandes dosis de humor donde un grupo de actores, ataviados con ropa de finales del siglo XIX, rompiendo la cuarta pared, muestran un ensayo de acciones cotidianas. Planchar, coser, comer, llorar, morir se convierten en acciones infinitamente ensayadas para que el público las perciba como algo espontaneo.




Ciro Zorzoli es el director de esta propuesta que invita a reflexionar sobre la Verdad -con mayúsculas- de la representación, el cómo un actor prepara el cuerpo para que aparezca la emoción deseada. Una técnica que el director vanguardista Vsévolod Meyerhold había investigado con su teoría de la biomecánica, donde la interpretación no es otra cosa que la suma de acciones físicas coordinadas, es decir, un minucioso y detallista trabajo corporal.




Más allá de la lección actoral, la compañía muestra de forma hilarante un proceso artístico, una amalgama de cualidades y de maneras de entender la práctica escénica. Hay momentos brillantes, de verdades, de guiños a la profesión teatral, de esos momentos que en los ensayos, incluso los actores de la compañía se quedan mudos porque saben que lo que está pasando se reproduce en contados momentos. Quizás T de Teatre ironizaba, quizás sólo querían dejar abiertos los entresijos, los misterios de la interpretación, quizás sólo interpelaba al público. En este último caso,  no me queda más que aplaudir ya que mi vecino de butaca se sentía absolutamente inmerso en esa reflexión y respondía –con algunas dudas en las respuestas- todas las preguntas que des del escenario eran lanzadas. Así pues, ¡un aplauso también a ese anónimo espectador!




Texto: Ester Bueno (@Ester335)

miércoles, 19 de noviembre de 2014

TIMÓN DE ATENAS, ¿TANTO TIENES...TANTO VALES?



Publicat a El Club Express
09/11 / 2014  |  Teatro, Barcelona, Biblioteca de Cataluña, La  Brutal
Un estelar elenco de actores da vida a los personajes de uno de los textos menos representados de William Shakespeare.
Timón es un rico y poderoso ciudadano que despliega generosidad entre amigos, artistas, políticos y banqueros. Al caer en bancarrota, Timón pide ayuda a aquellos que ha auxiliado económicamente, pero éstos le dan la espalda. A partir de ese momento, en su interior crece un odio contra toda la sociedad que lo llevará a condenarse al ostracismo, a vivir al margen de todo y de todos. Cuando, al cabo de un tiempo, entre sus pertenencias encuentra oro, sus antiguos amigos reaparecerán para beneficiarse de su fortuna, pero Timón aprovechará para escupir su resentimiento hacia una sociedad codiciosa, egoísta y pagada de ella misma.
Shakespeare escribe Timón de Atenas en el atardecer de su vida, mostrando un personaje principal que la sociedad ha marginado por el simple hecho de perder sus posesiones materiales. Así pues, Timón no sólo pierde la riqueza y el estatus si no también la adoración de los que antes lo ensalzaban. ¿Quiénes somos y qué valemos para los demás? ¿Somos lo que tenemos? En el siglo XVII, el dramaturgo ya desgranaba la falsedad de los círculos más elitistas, donde el protagonista se convierte en víctima de una sociedad perversa que ama el dinero más que a sus congéneres… ¿os suena?
Sí, el mensaje de Timón de Atenas, como la mayoría de los textos de Shakespeare, se perpetua en el tiempo reflejando una actualidad de programa informativo, de aquellos que pierden su casa y su exiguo monedero para convertirse en sombras, en espíritus errantes buscando un techo donde cobijarse, quizás una casa donde guarecerse de los monstruos acechantes…banqueros, políticos… aquellos que cuando los has necesitado ya no estaban… vaya, ¿acaso aún estoy hablando de teatro? Todo el mundo es teatro. Y en él son histriones todos los hombres y todas las mujeres; sus entradas y salidas tienen lugar en escena, cada cual interpretando distintos papeles en la vida, que es un drama en siete años. (Como gustéis, de W.Shakespeare, ¡cómo no!).
El final de este visionario de la historia es una tragedia esperada. Timón, que finalmente opta por permanecer relegado a una vida de exclusión porque no se identifica con un modelo mezquino de sociedad, desaparece fuera de escena. Y sin embargo, la esencia se esparce por todo el espacio…
El actor Julio Manrique defiende de forma colosal y brillante la evolución del personaje protagonista. Y, a pesar de que parece que el resto de personajes están escritos para engrandecer esa figura protagonista, hecho que posiblemente sea cierto, la pulcritud, la profesionalidad y la excelencia del trabajo de Marta Marco, Jordi Rico, Mireia Aixalà, Albert Ribalta, Enric Auquer, Óscar Rabadán y Fèlix Pons aumentan el nivel de perfección de una puesta en escena dirigida con mucho acierto por David Selvas. Un Shakespeare imperdible…¡y no sólo por los tiempos que corren!
Texto: Ester Bueno (@Ester335)

martes, 18 de noviembre de 2014

¿QUÉ ES CELS (CIELOS)?



 Publicado en El Club Express

¿Qué es Cels? ¿Un texto para la reflexión? ¿Un despliegue de tecnologías audiovisuales al servicio de un sólido trabajo actoral? ¿Un texto lírico, casi poético que propone la perversión y a su vez la belleza de la poesía?

Cels es todo eso. Seguramente, casi podría decir y más. Wajdi Mouawad es el autor de un texto difícil e incluso duro en muchos momentos. Un texto que apetece leer y releer frase por frase, volver al inicio cuando sólo estás por la mitad y una vez finalizado…volver a empezar. Detenerte en cada coma. Respirar y reflexionar. Es éste un texto que, como espectador, tienes que absorber lentamente…Como el nombre de su autor Wad-ji Mou-a-wad, disfrutando la musicalidad de cada vocal, intentando esclarecer la sonoridad de cada una de sus letras, sin saber si quiera si lo estás pronunciando de la manera correcta; sin saber siquiera si estás comprendiendo lo que expresa cada una de sus sílabas. Así es Cels. Un texto que no sólo resulta complicado de entender, si no de poner encima de un escenario.


Descodificar los mecanismos que esconden las palabras forma parte de la trama de este thriller con tintes cinematográficos. Cinco personajes que trabajan para una organización internacional, se encuentran escondidos del mundo, de sus familias y sus amigos. Dedican las horas a escuchar posibles conversaciones encubiertas que provienen de todos los lugares de la tierra, con el fin de evitar un inminente atentado terrorista. Las horas pasan, los nervios afloran, las tensiones friccionan. Lo vivido por cada uno de ellos se apodera de la coherencia de las decisiones. La poesía marca los criptogramas. Los códigos cifrados ocultan la verdad. La terrible verdad…

Cada escritor, cada autor, cada dramaturgo lleva en su mochila, en su pluma o más bien en su portátil, su infancia, adolescencia y juventud, algo que sólo él mismo ha vivido, su experiencia vital. Así como es difícil entender una pintura de Jackson Pollock sin conocer el estado atormentado de su mente, quizás es también difícil comprender el texto de Mouawad sin haber vivido una infancia en Beirut.

La puesta en escena de Celso evoca imágenes con argumentos de películas de espías. La tecnología utilizada, las cámaras, audiovisuales, ordenadores te posicionan al otro lado de la pantalla a pesar de tener la piel de los actores a escasos centímetros de tu propio aliento. Porque el trabajo actoral es cercano, impecable. Oriol Broggi firma la dirección, la minuciosa y detallista dirección de actores. Xavier Boada, Màrcia Cisteró, Xavier Ricart, Ernest Villegas y un Eduard Farelo, con un gran trabajo de contención ponen voz a las poéticas palabras de Wadji.

Lo reconozco. Quizás algunos de los asistentes no hemos entendido suficientemente la esencia de la trama. Pero aun así, es de agradecer al director que no haya querido hacer pedagogía del texto. Broggi ha mostrado su versión, su visión, su manera de entender y transmitir un texto, en el que la prosa poética con la que escribe el autor se conjuga con la poesía que vincula a los personajes y que al final, es la clave para desenmarañar la conspiración. Ciertamente, dicho así, toda la relación se torna en manifiesta confusión.

Sin embargo, Oriol Broggi es posiblemente ese director sensible, concienzudo, perceptivo, que aporta a todos sus montajes una chispa de magia, que es cuidadoso con el espacio y metódico con sus actores y que, a pesar de mi incapacidad, como público, por comprender una parte de la esencia del texto abogo por defender, como dijo Aristóteles que el todo es más que la suma de las partes y que, por lo tanto, en la complejidad general, es donde se pueden apreciar las particularidades. Y aquí, en este montaje, de particularidades, hay muchas.
Texto: Ester Bueno (@Ester335)