Em descobreixo sensible, però sóc trapella i molt, molt inquieta.

També sóc creativa, generosa i divertida... vaja... i que no ho som tots? Això sí, diuen de mi que sóc tossuda, però jo prefereixo dir-ne tenaç. Sóc aquella, la que seu a la tercera fila, la del barret al cap i les plomes al voltant del coll...






martes, 26 de noviembre de 2013

SABOREANDO PASIONES CON PROMETEDORES NUEVOS AUTORES



Publicat a El Club Express
14 / 11 / 2013  |  Artes Escénicas, Barcelona, Almería Teatro
En un ambiente cómodo y afable, previo a la función, nos sentamos a conversar con una de las impulsoras del proyecto del Almería Teatro. Lo cierto es que tocamos muchos temas, pero ninguno relacionado con la obra que pretendíamos visionar. En el bar, muchas caras conocidas. Amigos de la profesión y compañeros de trabajo se mostraban relajados. Quizás es que el Almería Teatro exhala familiaridad, encanto y gentileza. Quizás es que el Almería desprende un aire vintage que sólo descendiendo por sus escaleras ya te sientes transportado… y, esta vez, el viaje ha sido Nedant cap a la mar de la Xina (Nadando hacia el mar de la China).
Mientras la luz de sala todavía nos permitía acceder a nuestras butacas, un juglar del siglo XXI, nos invita a permanecer atentos. Jordi Busquets, el juglar, el trovador,  no es simplemente el músico de la función, o no sólo tiene la función de músico. Jordi Busquets nos introdujo las escenas. Era personaje real y ficticio a la vez. Era el puente que conjugana la observación, el visionado del devenir, con la participación en la escena. Era un observador que a su vez daba luz e insuflaba vida a los personajes principales.
Borja Espinosa y Maria Ribera son los titanes. Él y ella. En esta obra, los intérpretes ceden su nombre a los personajes porque acaso los protagonistas no son ellos, sino el amor, la historia de amor y de desamor que viven entre ellos y hacia ellos mismos.
María es una aspirante a actriz que se presenta al cásting de ‘La noche de la iguana’. Allí se encontrará con Borja, un reconocido actor con el que entablará una relación y que la ayudará a escalar en su carrera, mientras que él iniciará el camino de la decadencia y la autodestrucción.
 Paul Berrondo firma la autoría y la dirección de este duelo emocional. Como autor, el texto nos ha llegado al corazón, pero como director, nos ha atrapado. Escenas de realidad y ficción que se intercalan dentro de la magia del teatro son acogidas por una escenografía que apuesta por recurrir a la imaginación y la fantasía del espectador, en definitiva que apela a la esencia del teatro, al espectador cómplice. No importa dónde ocurre, no es relevante. No es necesario un decorado realista, ya el público nos lo imaginaremos. Lo que importa es lo que ocurre, el ser y el estar, lo que nos muestran los personajes.
Y los personajes desnudan su alma. Borja y María desprenden visceralidad en el juego de la realidad y de la ficción. Como intérpretes desbordan organicidad, llegando incluso a incomodar en alguna escena por la realidad vivida de la intimidad mostrada. La decadencia siempre es embarazosa de ver, es difícil de aceptar. Como camaleones escénicos transitan por las emociones. Paul, el director propone un ejercicio de metateatro, un juego de muñecas rusas donde el público conoce a Jordi, un trovador con poderes, que recuerda a aquel Puck en una noche de verano, que da vida a unos personajes, a unas emociones y que, a su vez, estos personajes se convierten en la voz de Tennessee Williams.
Los actores reproducen auténticos duelos interpretativos. Borja y María, bordan las duras escenas creadas por Berrondo y por Williams. Desprenden verdad, fuerza y seguridad. Sin duda, destacable es el trabajo de Espinosa expresando una innegable comodidad corporal con su personaje y mostrando que el infierno de Dante no está tan alejado de nosotros mismos.
Nedant cap a la mar de la Xina dialoga con las relaciones humanas, con la autenticidad, y en definitiva, con la actuación más genuina.
Texto: Ester Bueno (@Ester335)

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