Em descobreixo sensible, però sóc trapella i molt, molt inquieta.

També sóc creativa, generosa i divertida... vaja... i que no ho som tots? Això sí, diuen de mi que sóc tossuda, però jo prefereixo dir-ne tenaç. Sóc aquella, la que seu a la tercera fila, la del barret al cap i les plomes al voltant del coll...






miércoles, 19 de noviembre de 2014

TIMÓN DE ATENAS, ¿TANTO TIENES...TANTO VALES?



Publicat a El Club Express
09/11 / 2014  |  Teatro, Barcelona, Biblioteca de Cataluña, La  Brutal
Un estelar elenco de actores da vida a los personajes de uno de los textos menos representados de William Shakespeare.
Timón es un rico y poderoso ciudadano que despliega generosidad entre amigos, artistas, políticos y banqueros. Al caer en bancarrota, Timón pide ayuda a aquellos que ha auxiliado económicamente, pero éstos le dan la espalda. A partir de ese momento, en su interior crece un odio contra toda la sociedad que lo llevará a condenarse al ostracismo, a vivir al margen de todo y de todos. Cuando, al cabo de un tiempo, entre sus pertenencias encuentra oro, sus antiguos amigos reaparecerán para beneficiarse de su fortuna, pero Timón aprovechará para escupir su resentimiento hacia una sociedad codiciosa, egoísta y pagada de ella misma.
Shakespeare escribe Timón de Atenas en el atardecer de su vida, mostrando un personaje principal que la sociedad ha marginado por el simple hecho de perder sus posesiones materiales. Así pues, Timón no sólo pierde la riqueza y el estatus si no también la adoración de los que antes lo ensalzaban. ¿Quiénes somos y qué valemos para los demás? ¿Somos lo que tenemos? En el siglo XVII, el dramaturgo ya desgranaba la falsedad de los círculos más elitistas, donde el protagonista se convierte en víctima de una sociedad perversa que ama el dinero más que a sus congéneres… ¿os suena?
Sí, el mensaje de Timón de Atenas, como la mayoría de los textos de Shakespeare, se perpetua en el tiempo reflejando una actualidad de programa informativo, de aquellos que pierden su casa y su exiguo monedero para convertirse en sombras, en espíritus errantes buscando un techo donde cobijarse, quizás una casa donde guarecerse de los monstruos acechantes…banqueros, políticos… aquellos que cuando los has necesitado ya no estaban… vaya, ¿acaso aún estoy hablando de teatro? Todo el mundo es teatro. Y en él son histriones todos los hombres y todas las mujeres; sus entradas y salidas tienen lugar en escena, cada cual interpretando distintos papeles en la vida, que es un drama en siete años. (Como gustéis, de W.Shakespeare, ¡cómo no!).
El final de este visionario de la historia es una tragedia esperada. Timón, que finalmente opta por permanecer relegado a una vida de exclusión porque no se identifica con un modelo mezquino de sociedad, desaparece fuera de escena. Y sin embargo, la esencia se esparce por todo el espacio…
El actor Julio Manrique defiende de forma colosal y brillante la evolución del personaje protagonista. Y, a pesar de que parece que el resto de personajes están escritos para engrandecer esa figura protagonista, hecho que posiblemente sea cierto, la pulcritud, la profesionalidad y la excelencia del trabajo de Marta Marco, Jordi Rico, Mireia Aixalà, Albert Ribalta, Enric Auquer, Óscar Rabadán y Fèlix Pons aumentan el nivel de perfección de una puesta en escena dirigida con mucho acierto por David Selvas. Un Shakespeare imperdible…¡y no sólo por los tiempos que corren!
Texto: Ester Bueno (@Ester335)

martes, 18 de noviembre de 2014

¿QUÉ ES CELS (CIELOS)?



 Publicado en El Club Express

¿Qué es Cels? ¿Un texto para la reflexión? ¿Un despliegue de tecnologías audiovisuales al servicio de un sólido trabajo actoral? ¿Un texto lírico, casi poético que propone la perversión y a su vez la belleza de la poesía?

Cels es todo eso. Seguramente, casi podría decir y más. Wajdi Mouawad es el autor de un texto difícil e incluso duro en muchos momentos. Un texto que apetece leer y releer frase por frase, volver al inicio cuando sólo estás por la mitad y una vez finalizado…volver a empezar. Detenerte en cada coma. Respirar y reflexionar. Es éste un texto que, como espectador, tienes que absorber lentamente…Como el nombre de su autor Wad-ji Mou-a-wad, disfrutando la musicalidad de cada vocal, intentando esclarecer la sonoridad de cada una de sus letras, sin saber si quiera si lo estás pronunciando de la manera correcta; sin saber siquiera si estás comprendiendo lo que expresa cada una de sus sílabas. Así es Cels. Un texto que no sólo resulta complicado de entender, si no de poner encima de un escenario.


Descodificar los mecanismos que esconden las palabras forma parte de la trama de este thriller con tintes cinematográficos. Cinco personajes que trabajan para una organización internacional, se encuentran escondidos del mundo, de sus familias y sus amigos. Dedican las horas a escuchar posibles conversaciones encubiertas que provienen de todos los lugares de la tierra, con el fin de evitar un inminente atentado terrorista. Las horas pasan, los nervios afloran, las tensiones friccionan. Lo vivido por cada uno de ellos se apodera de la coherencia de las decisiones. La poesía marca los criptogramas. Los códigos cifrados ocultan la verdad. La terrible verdad…

Cada escritor, cada autor, cada dramaturgo lleva en su mochila, en su pluma o más bien en su portátil, su infancia, adolescencia y juventud, algo que sólo él mismo ha vivido, su experiencia vital. Así como es difícil entender una pintura de Jackson Pollock sin conocer el estado atormentado de su mente, quizás es también difícil comprender el texto de Mouawad sin haber vivido una infancia en Beirut.

La puesta en escena de Celso evoca imágenes con argumentos de películas de espías. La tecnología utilizada, las cámaras, audiovisuales, ordenadores te posicionan al otro lado de la pantalla a pesar de tener la piel de los actores a escasos centímetros de tu propio aliento. Porque el trabajo actoral es cercano, impecable. Oriol Broggi firma la dirección, la minuciosa y detallista dirección de actores. Xavier Boada, Màrcia Cisteró, Xavier Ricart, Ernest Villegas y un Eduard Farelo, con un gran trabajo de contención ponen voz a las poéticas palabras de Wadji.

Lo reconozco. Quizás algunos de los asistentes no hemos entendido suficientemente la esencia de la trama. Pero aun así, es de agradecer al director que no haya querido hacer pedagogía del texto. Broggi ha mostrado su versión, su visión, su manera de entender y transmitir un texto, en el que la prosa poética con la que escribe el autor se conjuga con la poesía que vincula a los personajes y que al final, es la clave para desenmarañar la conspiración. Ciertamente, dicho así, toda la relación se torna en manifiesta confusión.

Sin embargo, Oriol Broggi es posiblemente ese director sensible, concienzudo, perceptivo, que aporta a todos sus montajes una chispa de magia, que es cuidadoso con el espacio y metódico con sus actores y que, a pesar de mi incapacidad, como público, por comprender una parte de la esencia del texto abogo por defender, como dijo Aristóteles que el todo es más que la suma de las partes y que, por lo tanto, en la complejidad general, es donde se pueden apreciar las particularidades. Y aquí, en este montaje, de particularidades, hay muchas.
Texto: Ester Bueno (@Ester335)

martes, 5 de agosto de 2014

DELTEBRE DANSA, EL 10º ANIVERSARIO DE UN TRABAJO BIEN HECHO

Publicado en El Club Express

Innegablemente Julio es un mes de festivales. Música, teatro, danza y circo conviven con el sol y las playas para darse a conocer, para ofrecer sus mejores proyectos. La población de Deltebre, un municipio de la provincia de Tarragona, celebró del 14 al 26 de julio el décimo aniversario de un gran acontecimiento, el Festival Deltebre Dansa. Un festival que pone en contacto a prestigiosos profesores con sólidos bailarines, actores y artistas de circo de todo el mundo con el objetivo de crecer profesionalmente.

A lo largo de estas dos semanas de julio, en esta población de algo más de 12.000 habitantes, talleres, muestras y performances se han sucedido durante el día para pasar a fecundos espectáculos en el calor de la noche. Más de 150 profesionales de 30 nacionalidades diferentes se han reunido para intercambiar creatividad y conocimientos mientras los observaban los infinitos ojos de los arrozales.

Bajo la dirección del bailarín, director y coreógrafo Roberto Oliván, el Festival Deltebre Dansa ha crecido cualitativamente des de el 2004, año de su creación. No sólo en lo que se refiere a la calidad de la formación impartida, sino, al virtuosismo de las propuestas escénicas que se presentan.


Así pues, Deltebre Dansa es un festival de formación, de propuestas y de emociones. El Festival destila una intensa actividad cultural en una población que lo acoge y que le invita a formar parte de su paisaje estival creando una cita anual ineludible para los amantes de las artes del movimiento, donde profesionales y neófitos, autóctonos y visitantes podemos recrearnos, deleitarnos y divertirnos con las propuestas presentadas que bajo una carpa de acceso libre nos invitan a sentir.

Una de estas propuestas que nos sedujo fue el espectáculo de danza Mind a gap, del coreógrafo Anton Lachky donde sin ningún tipo de escenografía, cinco bailarines dieron vida a varios personajes de dibujos animados. La danza-clown, si es que existe, estuvo exquisitamente interpretada por el cuadro de bailarines. A pesar del penetrante y agónico calor reinante bajo la carpa , Mind a gap atrapaba. Regocijaba a mayores y entusiasmaba a pequeños. Una sinfonía armónica entre el público y los bailarines se complementaba con la excelente selección de músicas, entre las cuales la protagonista fue la “Madame Butterfly” de Giacomo Puccini que embelesó a los asistentes, incluso, por muy difícil de creer que parezca, también a los menores de 5 años. No vimos un espectáculo de danza para niños, sin embargo, ellos, los más pequeños, se divirtieron enormemente. Reían con el espectáculo en momentos diferentes de las risas de los adultos, pero los 60 minutos de danza altamente virtuosa y profesional mantuvo en sus sillas a un collage de público de 2 a 70 años, a profesionales de la danza y a desconocedores de la disciplina. ¿Será que Lachky tiene la receta de la propuesta ideal que combina el atractivo para todos los públicos?

Deltebre Dansa no es un festival local, es una proyección imparable de carácter global. Es una referencia consolidada para los profesionales del movimiento y de la creación contemporánea. Un espacio de intercambio donde no sólo los profesionales se benefician de una formación altamente profesional, sino que también los no profesionales pueden disfrutar de los talleres gratuitos que los profesionales del movimiento ofrecen, cursos y talleres que van des de iniciación a la danza contemporánea a danzas del mundo, como es la danza Bollywood.

Quizás no es que Lachky tenga la preciada receta de crear espectáculos de danza para todos los públicos donde niños y adultos se diviertan por igual…quizás, sólo quizás, la apuesta de Deltebre por apoyar y consolidar un festival de estas características facilita la estima por esta disciplina en particular y por el arte en general…ahí lo dejamos.

¡Feliz cumpleños Deltebre Dansa! ¡Buen trabajo!

lunes, 21 de julio de 2014

1984. PISA EL ESCENARIO BARCELONÉS UNA GRAN OBRA DE LA LITERATURA



Publicado en El club Express

22 / 11 / 2013  |  Artes Escénicas, Barcelona, Almería Teatro
1984. Entramos en un viaje en el tiempo. Una pieza del pasado nos muestra un  presente similar y nos predispone hacia un futuro estremecedor…
George Orwell (1903-1950) publicó 1984 en el año 1949 con el objetivo de poner de manifiesto las barbaridades de las sociedades totalitarias y represoras. Lamentablemente, después de medio siglo, las palabras de Orwell siguen perpetuándose en nuestra actualidad.
El año 2006 Michael Gene Sullivan escribió la adaptación teatral de la obra de Orwell y decidió traducirla y adaptarla al catalán con el apoyo del escritor Lluís-Anton Baulenas. Gataro  es el colectivo que el 18 de diciembre de 2013 la estrenó en el Almeria Teatro.
La versión teatral de esta pieza distópica recoge los momentos en que miembros del régimen torturan a Winston Smith. Los órganos del Partido Único lo han descubierto como colaborador de la resistencia junto a Julia, su amante. Winston y Julia sólo buscaban momentos de intimidad y breves espacios de independencia, de amor, de pensamientos libres, de instantes huidizos donde no sintieran el pesado yugo de un ideal único y todopoderoso. Algo que la omnipresencia del Gran Hermano y su sistema de Ministerios y de policía del pensamiento prohíbe bajo grave castigo. El tormento infringido no busca la muerte del sujeto. La dominación mental y subyugación de la persona es la recompensa del partido. Suprimida la dignidad, aparece la alienación del individuo.
Gataro presenta un espectáculo austero en escenografía, libre de las “telepantallas” que imperan a lo largo de todo el texto de Orwell, pero colmado de mensajes y de buenas actuaciones. Gataro ofrece un trabajo de interpretación teatral que atrapa a medida que pasan los minutos. De principio a fin, la mente del espectador conocedor de la lectura de 1984, viaja entre literatura y acción teatral. Es inevitable recuperar momentos de memoria lectora y avanzar con los intérpretes en el hilo argumental.
Andreu Rifé es el Winston Smith que intenta mantenerse firme en sus convicciones ante un impasible e inflexible Carles Canut, un lobo con piel de cordero, mientras cuatro miembros del partido repasan los momentos de “traición” del resistente Smith. Lluís Canet, Savina Figueras, Tono Saló y Frank Capdet son las marionetas del régimen, los oscuros representantes de la represión que se desdoblan con gran acierto para hacernos recuperar las imágenes evocadoras del libro.
Si bien, es ineludible para los lectores de Orwell rememorar la tan aclamada novela, no es necesario para los no lectores el conocer el texto para poder disfrutar de un buen producto teatral. 1984 estremece con diálogos sobrecogedores que nos emplazan a la actualidad más turbadora, a una violencia sin necesidad de sangre, a un pensamiento único, a una ausencia de libertad.
Un gran reto y un excelente trabajo. Lástima que la ciencia ficción a menudo se convierta en realidad. Y aunque el teatro hace visible lo que no es, está en nuestras manos que sólo sea ‘ficción’…
Texto: Ester Bueno (@Ester335)

LLIBERT, O LA LIBERTAD DE DEJAR MARCHAR LO QUE AMAS



Publicado en El club Express

29 / 11 / 2013  |  Artes Escénicas, Barcelona, Almería Teatro
Respira. No te quedes sin aire. Pero vívelo. Siéntelo. Una conmovedora angustia nos sobrecogió el pasado 29 de noviembre en la sala Almería Teatro. Estábamos visionando Llibert, un texto escrito por Gemma Brió, dirigido por Norbert Martínez e interpretado por Gemma Brió, Tàtels Pérez y la cantante Mürfila.
En el escenario, una madre expone los 15 primeros y últimos días de la vida de su recién nacido hijo. Su pareja, sus amigos y familiares e incluso, quizás, su propio espíritu, su contradicción más absoluta se concentran sobre el escenario. Música y palabras se alternan en una historia que traspasa la cuarta pared, que hace cómplices a los espectadores asignándoles un papel concreto en la montaña rusa por la cual transita.
Llibert tiene ritmo. No sólo por la secuencia de músicas escogidas, musicadas y cantadas. Ni por los innumerables paseos en una improvisada sala de espera que desespera bajo la sinfonía de una letanía que se traduce en exasperación. Llibert apuesta por un compás tan trepidante que te quedas sin respiración. No hay margen para el proceso. Casi se podría decir que es una pieza teatral de estilo grunge, donde Sam Cooke se codea con Jimi Hendrix y con Elvis Presley, donde Strangers in the nigth no sólo es la letra de una canción, sino la materialización de un hecho, de una realidad.
Ésta es una obra de obligada reflexión, con un texto directo que va al estómago, sin lectura entre líneas, sin subterfugios ni hipocresías, sólo sentimientos y emociones que, a menudo, se contradicen como todas las vivencias de los seres humanos. Un texto que te arrastra como un tsunami, como una canción de Nirvana, con tal intensidad que necesitas de los momentos de calma, acaso de los más suaves, aunque no los más llevaderos emocionalmente, para darte cuenta de que habías estado sin respirar en el anterior “sólo de guitarra” o lo que es aquí lo mismo, en un solo agónico, un grito de impotencia hacia una temida decisión.
Cortinas de plástico recrean una sala aséptica. En un hospital no hay bacterias, no hay virus. Las emociones no trabajan en un hospital, sólo son médicos, doctores, doctoras, enfermeras, enfermeros que también tienen el alma plastificada y que son inmunes a las realidades que les rodean, a los procesos por los que pasan los familiares, los enfermos. Quizás deba ser así, quizás hay ciertas decisiones que deban tomarse esterilizadas, a las que hay que extirpar cualquier ápice de sentimiento, de visceralidad.
Tres actrices en el escenario dan vida a varias emociones. Alternan las nuevas tecnologías con el viejo teatro y nos conducen hacia un coma inducido en el cual dejarse llevar es sinónimo de padecer, pero también de reír, de aguantar, de resistir, de llorar y de cantar.
Al final el público aplaude, pero flojito, para no molestar la intimidad de la libertad final. No es un aplauso de cortesía, es un aplauso comedido, silenciado, como si aún estuviésemos en esa sala de espera desesperada. El público todavía tiene el corazón en la mano y el nudo en la garganta. Todavía se está despertando de ese viaje hacia el interior de ellos mismos. Aunque finalmente, y a pesar de todo…el público poco a poco, ya pueda respirar.
Texto: Ester Bueno (@Ester335)